La foto más cara de la historia



Muy probablemente te haya llegado la noticia de que el pasado diez de abril fue publicada la primera fotografía de un agujero negro. La imagen fue obtenida por el consorcio Event Horizon Telescope (EHT), y es una nueva comprobación la existencia de estos desconcertantes astros, a la vez que vuelve a mostrar lo acertado de la teoría de la relatividad general de Einstein.

Una anécdota curiosa: para realizar la famosa fotografía fue necesario procesar 5 petabytes de datos –es decir, 5000 terabytes, 5 millones de gigabytes– procedentes de siete observatorios de todo el mundo –uno de ellos en el Polo Sur– y mandarlos a Boston. Como te imaginarás, toda esa información no se podía mandar por correo electrónico... Después de darle algunas vueltas, los responsables del estudio decidieron la solución más sencilla y rápida: meter en un avión los discos duros –casi media tonelada– y mandarlos volando. Ríete tú de la banda ancha...


Este gran paso en el estudio de los agujeros negros se debe, entre otros muchos, al esfuerzo de un científico alemán, Heino Falcke. Cuando era un joven estudiante de doctorado del Instituto Max Planck de Bonn, Falcke cayó en la cuenta de que los agujeros negros debían emitir una enorme cantidad de ondas de radio y comenzó a desarrollar el proyecto para lograr captar esa emisión. Su idea fue nada menos que combinar el poder de varios observatorios astronómicos, separados entre sí por miles de kilómetros, para transformar la Tierra entera en un gran telescopio virtual.  La verdad es que no lo tuvo fácil, y su proyecto pasó por varios altibajos, debido sobre todo a que la gente no acababa de creerse que pudiera tener éxito en lo que pretendía. Pero Falcke no se rindió. Y tras casi veinte años, logró un objetivo que parecía imposible: captar la primera imagen real de un agujero negro.


Henio Falcke durante la conferencia en Bruselas en la que presentó la famosa fotografía.

Pero no quería yo centrarme en el interés de ese logro, que creo que ya ha sido bastante ponderado por la prensa internacional. En realidad, lo que quería señalar es algo de lo que, me parece, no se ha hablado mucho. Y es que, como el mismo Falcke señala, fueron sus creencias religiosas las que le llevaron a perseverar en su esfuerzo por desentrañar los misterios de los agujeros negros. Me parece que es muy interesante el siguiente trozo de la entrevista que Falcke concedió a P. Ghosh, corresponsal de la BBC. Entre otras cosas, porque me encanta la naturalidad y sencillez con la que el científico habla de su fe en Dios.

- Pallab Ghosh: ¿Cómo influyó tu enfoque cristiano en la forma en que encaraste el proyecto del EHT?

- Heino Falcke: Pienso que me da estabilidad y esperanza, me hace comprender que hay un universo razonable que puedo estudiar. Para mí es en parte comprender un poquito mejor a Dios y a su creación.

- PG: Algunos dicen que científicos como Galileo acabaron con la idea divina porque explicaron el universo sin necesidad de deidades. ¿No haces tú lo mismo?

- HF: Por el contrario. Para Kepler, por ejemplo, comprender el movimiento de los planetas fue un momento de descubrimiento teológico, de entender que Dios había dispuesto un orden.

- PG: Pero tú no encontraste orden, sino este gigante y diabólico agujero negro en el corazón de una galaxia. ¿No es esto un poco aterrador?

- HF: En torno a ese agujero hay orden, se comporta de acuerdo a las leyes de Einstein. Pero aún existe misterio.

- PG: ¿Como ministro laico y cristiano practicante estás intentando comprender la mente de Dios?

- HF: Intento comprender su creación y la belleza de esa creación. Pero hay puntos que tal vez jamás podamos trascender.

Comentarios

  1. Y van...
    La verdad es que me ha interesado mucho este tema de los agujeros negros. Empecé a mirarlos con otros ojos desde que ví la película "Interstelar" de Nolan (los dos Nolan, hermanos). En general me gusta todo lo de los Nolan pero "Interstelar" me pareció una película preciosa. A partir de ahí comencé a mirar más allá y todo lo de las distintas dimensiones, el teseracto, los agujeros negros y... sin saberlo el propio Nolan, la "mano de Dios" en estos temas. Impresionante. Lo recomiendo.

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